La Media Luna es el único atractivo turístico de talla nacional que permanece cerrado en San Luis Potosí desde hace un año, cuando inició la pandemia de Covid 19, esto luego que su consejo de administración integrado por ejidatarios de El Jabalí en el municipio de Rioverde decidió no abrir por temor a contagios y muertes, acarreando una pérdida económica para los prestadores de servicios «incalculable” opinó Saúl Martínez, empresario del ramo.
Otros dos atractivos de menor nivel también continúan cerrados desde marzo del 2020: las aguas termales de San Sebastián y las grutas del Ángel y la Catedral.
La industria del turismo ha logrado subsistir con muchas carencias y bajos ingresos, al grado que dos hoteles en la región decidieron cerrar temporalmente al no cubrir sus gastos de operación, dijo Citlalli Reyes Juárez, directora de Turismo de Ciudad Fernández.
De la Media Luna dependen hoteles, restaurantes, pequeños empresarios, ambulantes y la propia comunidad que es ocupada en labores de limpieza y seguridad en el parque estatal, pero no fue razón de peso para lograr que los ejidatarios abrieran a pesar de tener semáforo amarillo varias semanas y después naranja que permitió la apertura controlada, criticó Saúl Martínez, instructor de buceo.
Para Arnulfo Urbiola Román, ha faltado voluntad política para mediar con los administradores en detrimento de quienes viven de los turistas.
