Genaro Hernández, padre de familia de un menor al que se le negó la educación en el Colegio Motolinía espera una resolución a su favor para obtener justicia sobre su caso.
Explicó que hace casi cuatro años, la institución se negó a inscribir a su hijo al último año de secundaria, supuestamente por una falta de respeto hacia el reglamento interno del colegio.
Los padres del menor afirman que su hijo no infringió ninguna regla, pues sólo reclamó unas calificaciones, sin embargo los docentes del colegio consideraron este acto como una falta de respeto.
Ante esta situación, los padres de familia emitieron un amparo por el derecho a la educación de su hijo. Sin embargo, hasta ahora fueron citados por la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE), para ser recibidos por el jurídico y la directora del plantel; y así cumplir con el mandamiento de la sentencia.
También se acudió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), que emitió una recomendación para que la SEGE inscribiera a su hijo a atención a víctimas, pero dicha recomendación nunca se levantó.
Debido a que a la fecha su hijo ya está en el último año de preparatoria se ha dejado a consideración de la juez la reparación del daño, aunque se busca que no se vuelvan a cometer violaciones al derecho de la educación, además de que las autoridades que fueron omisas ante su situación realicen cursos de sensibilización.
