Justo cuando comenzaron a decir que la candidata opositora Xóchitl Gálvez Ruiz había reencontrado su discurso propio por encima de las pugnas e intereses de los partidos que la patrocinan, la derecha social y empresarial introdujo un factor de distracción disruptiva: la figura neurótica política del exconsejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello. El posicionamiento de Córdova como orador único en el mitin del 18 de febrero le quitará reflectores a la candidata Gálvez Ruiz durante un mes y el discurso de cierre de campaña de Xóchitl del pasado fin de semana que había entusiasmado a la élite intelectual que la había saludado como Santa Evita opositora se perderá en la neurastenia del micrófono mediático
Justo cuando comenzaron a decir que la candidata opositora Xóchitl Gálvez Ruiz había reencontrado su discurso propio por encima de las pugnas e intereses de los partidos que la patrocinan, la derecha social y empresarial introdujo un factor de distracción disruptiva: la figura neurótica política del exconsejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello. El posicionamiento de Córdova como orador único en el mitin del 18 de febrero le quitará reflectores a la candidata Gálvez Ruiz durante un mes y el discurso de cierre de campaña de Xóchitl del pasado fin de semana que había entusiasmado a la élite intelectual que la había saludado como Santa Evita opositora se perderá en la neurastenia del micrófono mediático