En las últimas semanas se han estado moviendo las piezas del ajedrez del poder judicial en sus más altas esferas, en donde el puesto principal, es decir la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, está a punto de ser abandonado por Arturo Zaldívar al cumplirse su periodo constitucional, y cabe anotar que en su momento trató de quedarse con dicho nombramiento extendiendo su periodo a través de varios chanchullos legaloides, intentando incluso violentar la propia constitución, con la aprobación o incluso motivado por el propio presidente de la república Andrés Manuel López Obrador.
Al no conseguirlo, el plan B del Pejecito para conseguir ubicar en la presidencia a alguien de su entera confianza, fue mover todas las posibilidades para que la ministra Yasmín Esquivel Mossa fuera candidata puntera. Ella es esposa del Ingeniero de cabecera y compadre del presidente, José María Rioboo, por cierto. Pero investigaciones periodísticas de Carlos Loret de Mola dieron una noticia sorpresiva: el hecho de que la ministra había plagiado vilmente su tesis en la década de los 80.
Después de varios dimes y diretes en los que se buscó justificar dicho plagio y minimizar el efecto que tendría, además de presionar políticamente a la propia Universidad, el fallo fue dado por la propia institución: la Universidad Autónoma Nacional de México determinó que SI había sido un plagio y que tomaría cartas en el asunto, hasta el grado de mencionar la posibilidad de retirarle el título de abogado a la ministro. Con dicho argumento debería de ser suficiente para que la ministra renuncié, sin embargo con el apuntalamiento que tiene por parte del propio Andrés Manuel, se ha aferrado a su puesto y permanece en el, resistiendo la presión mediática, que ha llegado a tal grado que el tema sobre su plagio y la posible destitución está considerado como una de las tendencias más duraderas en la historia de Twitter.
Aquí cabe hacer la pregunta: ¿cómo puede una persona tramposa y de moral diluida ser garante de la justicia de un país?
Pero parece ser que en términos de moralidad y legalidad la 4T entiende las cosas de forma aberrante. Incluso MORENA ha presentado una propuesta de ley para que los plagios no sean castigables después de 5 años. Por supuesto que no va a pasar esa estupidez, pero ellos hacen su luchita.
Por cierto, Martha Rodríguez Ortíz , la directora de tesis de Yasmin Esquivel, que supuestamente fomento el plagio de la obra ya ha sido también destituida como parte de la UNAM. Con el Puma no se juega.
Por otro lado, en España el jugador de origen brasileño Dani Alves ha sido acusado por una mujer de haberla atacado, y al presentarse a declarar ha sido arrestado y pronto comenzará un juicio en su contra. Ante esta situación el club de fútbol Pumas qué representa a la UNAM, donde Dani militaba, ha decidido cortar lazos con el jugador como una acción necesaria, más que disciplinaria, para establecer que en términos de honorabilidad y moralidad, la Universidad tampoco permite a nadie asociado con tal conducta dentro de sus filas. Con el Puma no se juega.
Este monero celebra con orgullo que la institución qué representa la Universidad Autónoma Nacional de México haya tomado cartas en estos asuntos con determinación, firmeza y aplomo. No se ha dejado amedrentar ni por los medios ni por la política. Ha demostrado su grandeza y que es un ejemplo de lo que todos los mexicanos debemos aspirar. Debemos de terminar con estas prácticas de corrupción e impunidad en todas nuestras instituciones. Qué bueno que empecemos por la máxima casa de estudios.
Solo queda esperar que la ministra pirata renuncie a su puesto o sea destituida una vez que le sea retirado su título profesional, y sepa de una vez por todas que con el Puma no se juega.
