Enfurece el presidente contra la oposición, atacará con saña y recursos públicos a quien se asome.
El gesto resentido de Andrés Manuel López Obrador cuando dice que en izquierda hay muchos presidenciables, y entre sus adversarios no ve a nadie, es el “dime de qué presumes y te diré de qué careces”.
Acostumbrado a verse como un caudillo, con la enorme desconfianza implícita de estos, buscó a incondicionales entre sus posibles sucesores y encontró a Claudia Sheinbaum Pardo, y en un segundo lugar, pero no tan confiable, a Marcelo Ebrard Casaubón.
Los demoledores golpes contra estos dos, dinamitaron el primer pendiente de Andrés Manuel ¿quién tomará el báculo transformador?
Sabe que difícilmente se podrán levantar del colapso de la Línea 12 y los 26 muertos, además, Claudia con el agregado de la derrota de 9 alcaldías de la CDMX que será una delicia de sus adversarios presidenciales.
En cada oportunidad, Marcelo escenifica con tono angelical cánticos de suma lealtad y obediencia ciega al caudillo. Su rostro es la imagen de docilidad y servidumbre.
El retardo en las vacunas lo metió en una depresión, pero pronto la convirtió en algarabía cuando recibió el primer puñado ridículo de 3 mil vacunas Covid 19.
Festejo junto al líder como si fuese la demolición del muro de Berlín o el alunizaje del Apollo 11.
Claudia no necesita de eso, su acompañamiento como nómada por el desierto del desaire, en los tiempos difíciles de López Obrador, le ganaron un lugar privilegiado.
La confianza que le tiene el caudillo es a toda prueba, motivo por el cual en la tragedia de la Línea 12 hizo hasta la infamia de negarse a visitar a las víctimas del colapso en los hospitales, con la famosa frase: “¡Al carajo..! ese estilo demagógico, eso de irse a tomar fotos” (video https://youtu.be/KQ1A1LaP-ac).
Días después alegremente posó para la foto en La Noria Sinaloa con un equipo de beisbol rural. Interrumpió gustoso la gira para batear algunas bolas.
Indudablemente debe haber muchos otros aspirantes presidenciales en la izquierda, algunos de ellos son Ricardo Monreal, Rutilio Escandón, Juan Ramón de la Fuente, Noroña ya se destapó, por ejemplo.
De igual forma en la oposición, pero el que saque la cabeza es blanco seguro, en cambio, para los funcionarios del gobierno federal es más difícil cerrar la vitrina.
En la desesperada, López Obrador ironizó este miércoles con burlas insolentes contra los posibles presidenciables de la oposición: Margarita Zavala, Gabriel Quadri, Miguel Osorio Chong, Claudio X. González, y “el regreso de Diego” Fernández de Cevallos (video https://youtu.be/GuM-P9PpAHY).
El hecho es que los misiles que dieron en la línea de flotación de los titulares de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de la Jefatura de Gobierno, enfurecieron al líder. Sus herederos están heridos de muerte, y, como los monarcas medievales, lo frustra no tener un sucesor, a dos años y medio de que se desate el pandemonio.
Los golpes ya empezaron, con la filtración del dictamen de la Línea 12 de la empresa noruega DNV a The New York Times y El Financiero – Bloomberg, que obligó al presidente nuevamente a ‘olvidar’ a las víctimas y a decir: “todo este asunto es para echar a pelear a Claudia y Marcelo”.
Pues Claudia y Marcelo, están en franco aniquilamiento, como dos rabiosos hijos predilectos.
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