Pues nada, Mario Delgado seguramente estuvo ajeno a la rumorología que lo ubicaba ayer en tierras potosinas para tratar de apaciguar las ennegrecidas y bravas aguas en Morena, porque no dio señales de vida por estos lares.
Por si las dudas, el ya desgastado movimiento de militantes se apostó en lo que parece ser el bunker de Mónica Rangel, desde ahí repudiaron por enésima vez esta candidatura y al dirigente nacional, quemaron piñatas en la Plaza de Armas y desataron su furia con mucho aspaviento pero sin hacer eco, una vez más.
Esta rebelión, sin embargo, no ha sido considerada como algo serio desde el Comité Nacional y Delgado no tiene para cuándo dar la cara a las bases en San Luis Potosí, que lo menos que exigen es un ápice de respeto hacia los constructores de la autollamada Cuarta Transformación, que solo han servido como figura de ornato pero no para considerarles en la toma de decisiones relevantes, que ponen en juego su futuro en el estado.
Más allá de contrariar las decisiones por la imposición de candidatos, llegó el hartazgo por tanto ninguneo y juran no claudicar en su lucha, que ya no es contra los partidos de oposición, sino contra sus liderazgos que no escuchan, no reconsideran ni enmiendan su estrategia pese a tenerlos encima.
AYER CERRARON REGISTROS para la gubernatura de San Luis Potosí y si otra cosa no sucede, el próximo 28 de febrero el órgano electoral dará luz verde a nueve candidaturas para el arranque de campaña el próximo 5 de marzo.
Estamos así a 10 días de que comience la intensidad de las campañas constitucionales más aguerridas de los últimos tiempo, no solo por el grado de participación, el dominio de los medios informativos digitales o la pandemia de Covid 19, sino por el grado de polarización que enfrenta el país.
En el terreno local, hay varios elementos curiosos que se conjugan en esta elección, la más importante en la historia, como es el hecho de que aparezcan nueve candidatos en la boleta electoral, cosa que apenas estuvo cerca de ocurrir en tiempos en que ganó la elección el otrora gobernador, Fernando Silva Nieto, aunque entonces no se llegaron a esta cifra.
Más allá de la apertura democrática que esto significa, es de considerarse la claridad de las propuestas que deben presentar los abanderados y el trabajo por demás quirúrgico que se exige a las autoridades electorales, deben poder llevar mensajes claros a la ciudadanía, información que les permita dilucidar no solo el tema de la participación y vencer el abstencionismo en este proceso, sino los detalles operativos y técnicos más elementales al momento de sufragar para evitar fuga de votos, errores o cancelación de boletas a causa de la incomprensión.
Máxime considerando las dos coaliciones que figurarán, encabezadas por Octavio Pedroza Gaitán y Ricardo Gallardo; amén de las candidaturas únicas y la primer independiente de la historia para la Gubernatura.