La sede nacional de Morena se convirtió ayer en una especie de kermés electoral, con un registro tras otro de las mujeres potosinas que aspiran a por lo menos inscribir su nombre en el proceso interno a la Gubernatura de San Luis Potosí.
Al final del día, esta tercera convocatoria logró registrar a 15 mujeres más (suman 18 en total) que tienen las mismas ganas de abanderar al partido de la 4T en la contienda constitucional, pero fue sin duda la llegada de Mónica Rangel Martínez el momento que todos esperaban y no precisamente para aplaudirlo. La mujer que abandonó el barco como Secretaria de Salud en el punto más álgido de una pandemia que su gestión no ha logrado controlar y lo que es más, tiene al sistema prácticamente colapsado.
En camioneta de lujo, con seguridad personal innecesaria y flanqueada por el exaspirante potosino, Antonio Lorca Valle, llegó a la sede nacional de un partido por el que nunca antes había mostrado la mínima simpatía y, con un dejo de soberbia, respondió sobre los muertos que deja en San Luis al abandonar la lucha contra el Covid por sus aspiraciones políticas.
En sus palabras, la doctora considera que dejó «muchos menos muertos de los que se proyectaban», ¿Justificación, consuelo o aberrante respuesta? Usted juzgue.
Por si la osadía de abandonar su responsabilidad en el peor momento para el Estado no fuera suficiente, avisó que regresaría a sus actividades como funcionaria estatal si hay oportunidad, o sea, una vez que su proyecto político sea desechado. Insegura de ser la ungida, la funcionaria no corrió el riesgo de quedarse sin el jugoso ingreso del Gobierno Estatal, lejos de renunciar al cargo, solo se tomó una pausa de unos días para la inscripción y espera de resultados. El mismo caso de Luz María Lastras, quien parece sólo haber ingresado a engrosar la lista y ponerse en el reflector momentáneo, para después volver a los deberes en el Registro Civil.
La inscripción de Mónica Rangel particularmente, no tiene nada contentos a los morenistas de San Luis, ya de por sí disconformes por los acuerdos cupulares de su dirigencia nacional y ninguneos que han generado un proceso interno atropellado, desaseado y que avanza a dos frentes por las impugnaciones en tribunales electorales.
Pero también otros sectores se suman a la protesta, como fue el caso de la organización Ciudadanos Observando a través de su vocero, José Guadalupe González, quien pidió expresamente a Morena no permitir la postulación de la funcionaria por sus antecedentes de presunta corrupción, que ellos mismos han evidenciado constantemente.
Además de Rangel, desfilaron en los registros la activista y abogada Teresa Carrizales, la única que sorprendió; Luz María Lastras, quien también pidió licencia como coordinadora del Registro Civil; la diputada local de Morena, Angélica Mendoza Camacho; Paloma Rachel Aguilar, la joven potosina que, sin tanto aspaviento, tiene probada su cercanía al presidente López Obrador y por ende sería muy posiblemente el perfil a elegir en los próximos días.
El resto de las damas inscritas son Margarita Rodríguez, Norma Valles, Blanca Rosa López, Maricela Oliva, Adriana Domínguez,
María José Banda, Pilar Valdes; además de Francisca Reséndiz, Marcelina Oviedo y Consuelo Jonguitud, que hicieron lo propio desde diciembre del año pasado y al menos dos de ellas corren riesgo de quedar fuera por haber procedido con impugnaciones al proceso.